sábado, 18 de agosto de 2012

Escombros


Una  tarde  como  aquellas, como  dos  infantes  correteando  sin  saber  porque  y  sin  saber  lo  que  sienten.

Circunspecta. La  fantasía  ilegible  que  adorna  sus  páginas  con  la  desdicha  y  hace  del  epilogo  la  desmembración  de  un  guiñapo.

Asesina. La  indescriptible  novia  cuyo velo  deambuló  por  los  diabólicos  cráteres  y  fue  la  excusa  perfecta  para  abandonar  este  mundo.

Una  tarde  como  aquellas. Como  aquel  infante  que  agota  su  existencia  y  termina  olvidando  sus  recuerdos. 


lunes, 13 de agosto de 2012

Nimiedad


Tus  lágrimas  carcomen mi rostro sumergido en la tristeza.

No  llores, no valgo la pena.

No  llores, no valgo nada.