martes, 26 de julio de 2011

Inocencia

La  tiranía  insensible  de  tus  palabras.
Acurrucado  a  esa  maldita  esperanza  y  atado  al  grillete  de  tu  desdén.
Lapidado  por  tu  indiferencia  fui  blanco  suculento  para  los  dardos  envenenados  de  los  críticos. Y  cuando  emitía  un  suspiro  impoluto, en  lugar  de  la  misericordia  apareció  la  navaja  justiciera  para  terminar  el  trabajo.
Divisé  tu  mano  como  autora, pero  absuelta  por  la  sala, terminaron  por  dictaminar: “Fue  suicidio ,se cierra  el  caso”.
Tenían  razón.

Carla

He  cometido  errores, lo  sé.
Pretendí  guiar  siendo  un  desorientado.
Te  juzgue  con  mis pensamientos, quise  forzarte  románticamente. Hice  de  mis  caprichos  los  motivos  de  nuestros  encuentros, no  pensé  en  ti, hoy  comprendo  que  nunca  lo  hice.
La  paciencia  aun  se  niega  a  perecer. Arrinconado  en  el  seudo  aposento  pretendo  hacer  de    andrajoso  presente  un  prometedor  mañana.
He  clamado  por  tu  regreso – ya  no  tengo  vergüenza – has  lo  que  tu  raciocinio  demande  y    por  allí  tu  corazón  te  reprocha, no  te  arrepientas, no  vuelvas  porque  el  que  siempre  te  esperó, para  siempre  se  marchó.
He  cometido  errores, lo  sé.

lunes, 25 de julio de 2011

Lo olvidé

Cuantas  veces  estuve  en  ese  lugar  y  hoy  me  pareció  distinto. Prolongada  cabellera, reconfortante  voz. Me  presente, nos  presentamos. La  tarde  de  un  sábado  común  y  solitario cobro un  sentido  diferente.
Un  sentido  que  no  logró  describir, casi  un sueño. Dios  mío, creo  haberlo  olvidado.

Su  bienvenida  fue  cálida, me  sonrió  y  fue  tal  su  sinceridad  que  anonadado  me  dejé  llevar. Era  extraño, casi  como  delinear  un  ángel, casi  como  conversar  con  uno.
Allí  estaba, atenta a  sus  encuestas y  comandando  el  dialogo. “Cuando  sueño, sueño  despierta. Sueño  con  un  mundo  ideal  donde  vivir  tranquila  y  en  paz”. Eso dijo  y  aun  no  lo  entiendo.
Discúlpame.

viernes, 22 de julio de 2011

Renunciación

Hago del  olvido  mi  cobijo. Han  fenecido  las  ansias  o  intenciones, ahogadas ambas  en  el  charco  del  desconsuelo.
Deambulando  por  las  cloacas  de  la  desesperación  aun  iluso  te  rememoro, perdón, iluso  es  muy  generoso, estúpidamente  apelo  a las  fantasías  de  la  niñez.
El  pensamiento  no  se  resigna e intenta  en  un  manotazo  de  ahogado  alcanzar  la  telepatía, y  cuando  al  fin  toco  su  destino, fue  para  observar  la  verdad, fue  para  reírse  de  su  realidad.
Hago  del  olvido    cobijo, he  renunciado  a  ti.

sábado, 16 de julio de 2011

Tu voz

Melodía  que  al  unisonó  retumba  en  mis  oídos.
Rehusé  a  creer  en  tanta  belleza.

Caminé  y  caminé  pensando  que  la  felicidad se  merece; falaz  raciocinio, rapaz  desengaño.
Rehusé  a  creer  en  tanta  belleza.
Rehusé  a  creer  en  tanta  belleza.

Julia

Bendito  querubín  que  del  cielo  viniste.
De  aquel  divino  edén  que  sólo  los  privilegiados  gozan.

Jardín  majestuoso cuya  infante  floresta  obnubila  la  mirada  de  un  mercenario.
Límpido  castillo  de  la  naturaleza.
Estética  fantasiosa  libre  de  queja.
No  era  el  momento,  tampoco  el  lugar.

jueves, 14 de julio de 2011

Amén

Abrazaba  tu  imagen  como  pretendiendo  acercarme  a  ti.
Justifiqué  la  imaginación  como  pensando  que  la  magia  existe.

Me  devané  el  pensamiento  creyendo, tal  vez, que  los  anhelos  se  hacen  realidad.
Amén.

miércoles, 13 de julio de 2011

No te entiendo

No  te  entiendo. Lo  intenté, clamé  por  lo  que  creía  mi  verdad.
Me  deshice  de  los  prejuicios, abogué  por  lo  injustificable.

No te  entiendo. Rogué  sin mediar  una  deidad.
No  te  entiendo, no  te  entiendo.