La tumba que guarda en sus aposentos el hombre que ayer fui. Cual guiñapo despreciado que sepulta lo amado; pérfido y repulsivo sentir que lacera y colorea un existir.
En el onomástico del desalmado la palabra del olvidado, con la lisiada memoria de preludio y la cegada ilusión de infortunio.
Podría hablar de un posible que usurpa lo imposible, de una idea que ajusticia un presente. Podría hablar, podría hablar……
……cual voz que se desvanece en el olvido, trémulo mirar que esquiva la verdad, aquella que el tiempo no absuelve o aquella que la vida condena.
Gracias.