Encallando en el olvido

Navegando por las aguas del olvido me sumerjo en tu imagen, aquietando esas ansias de buscarte y volver a perderte.

Largo trecho transcurrido y aun la infeliz y medrosa distancia no se conmueve.

Te tuve cuando te quise, te perdí cuando te amaba.

Alta traición

Incrédulos pretendían maquillar la imagen ensangrentada.

Impávidos ante el hábil cosario que empuñando el arma homicida esbozaba inocencia.

Era mi amada ¿Porqué lo hiciste hermano?

Debimos decir adiós

Aquella noche cuando el verdugo tiempo nos separaba, no debiste llorar, no debí huir.

Debí estrangular la mediocre esperanza con la despedida.

Sin embargo, escapé de tu presencia para excluir al sufrimiento. Me sentí egoísta – aplicado discípulo del egocentrismo - y volviendo a la infancia te escribí:

Y……….. , no debimos decir adiós, debí pedir perdón.